miércoles, 21 de abril de 2010

Los Cabreros, Grisostomo y la pelea por Rocinante (Capitulos 11-15)

Al anochecer fuimos invitados a comer por unos cabreros. El malagradecido de Sancho no quería comer es por esto que me vi obligado a gritarle y a ordenarle al escudero que se sentara y comiera. Mientras comía, por una extraña razón, he recordado las épocas pasadas donde todo era mejor y los hombre se entendían mas. Instantáneamente al recordar esto decidí compartir con los cabreros mi famoso discurso de la Edad de Oro. Después de que escucharan mi relato llego un amigo de los cabreros y nos deleito con un bello romance. A la mañana siguiente un cabrero llamado Pedro me contó las historia de Grisostomo. Grisostomo era un estudiante de grandes dotes y riquezas que un día decidió dejarlo todo y convertirse en pastor. Grisostomo se enamoro de una joven, Marcela, pero esta lo rechazo al igual que rechazo a muchos otros. Grisostomo no pudo resistir este rechazo y murió. Después de haber escuchado aquella historia quede conmovido y en mi mente suplique a Dios con todo mi corazón que no me pasara esto con mi dulce y hermosa Dulcinea. Después de escuchar la historia decidí ir al entierro acompanado de cinco cabreros. En el camino tuve la dicha de poder conversar con Vivaldo acerca de asuntos de caballería. !Por fin pude conversar con alguien que supiera de caballerías! Cuando llegamos al entierro vimos al difunto Grisostomo en un baúl lleno de papeles. En esto un amigo de Grisostomo, Ambrosio, leyó un esplendido y romántico poema escrito por el difunto. Después de esto Marcela llego. Yo siendo caballero puede prever que iban a haber problemas. Enseguida cuando Ambrosio vio a Marcela la acuso de haber sido la asesina de Grisostomo. Marcela le responde diciendo que si una persona ama a otra no necesariamente esta le tiene que corresponder. Al oír esto respalde a Marcela diciendo que ella no había sido culpable de la muerte de Grisostomo. Posteriormente Marcela se fue. Yo tuve enseguida ganas de perseguirla pero siendo caballero y siguiendo los valores que estos tienen no podía, debía esperar que el entierro finalizara. Cuando termino el funeral me despedi de los cabreros agradeciendoles por todo. Durante dos horas Sancho y yo buscamos a Marcela pero no pudimos encontrarla, entonces decidimos sentarnos y descansar. Cuando estábamos descansando Rocinante jugando de vivo y de muy macho fue a tratar de conquistar a unas yeguas. Las yeguas no aceptaron los coqueteos de Rocinante es por esto que tanto los dueños como las yeguas atacan al pobre e indefenso Rocinante. Al ver esto salí corriendo junto con Sancho a ayudar a nuestro apaleado amigo. Nuestros contrincantes eran mas de veinte y nos vencieron. Después de la pelea descubrí porque habíamos perdido: yo pelee con hombres normales cuando solo debería pelear con caballeros. Esta pelea le correspondía pelear a Sancho pero como el miedoso no podía solo le tuve que ayudar. Después de la pelea quede muy golpeado, casi muerto y sin energías. No puedo describir como me siento en este momento. Lo único que se es que llegamos a un castillo pero otra vez el necio de Sancho dice que es una venta.

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